LA FIESTA DE LA HOJA EN MIRAFLORES DE LA SIERRA

La Fiesta de la Hoja es una iniciativa para concienciar sobre la importancia del reciclaje de los residuos vegetales, siendo una fiesta participativa que busca mostrar todos los posibles usos (incluido el lúdico) de lo que se considera un residuo, convirtiéndose en una fiesta sostenible y de gran repercusión medio ambiental.
La Fiesta de la Hoja se celebra en el segundo o tercer fin de semana de noviembre, coincidiendo con la caída de las hojas en el municipio, y consiste en construir una piscina de hojas secas que los vecinos y servicios municipales han recogido de las calles y jardines. Acumuladas en un gran montón, se esconderán pequeños regalos para que los más pequeños puedan zambullirse en esta piscina de hojas en su búsqueda. Para su preparación, se habilitan varios puntos de almacenamiento los días previos, y el día señalado, la fiesta comienza con un recorrido de los más pequeños por las calles y parques cercanos, donde van recogiendo todas las hojas que ven por el suelo, acompañados de voluntarios ambientales que portan las sacas de recogida. De esta manera, no solo logramos concienciar de la importancia de la recogida de las hojas y la limpieza de las calles, sino que se convierte en el motor de una divertida competición de los participantes por conseguir la mayor cantidad de sacas posibles, mientras aumenta de manera exponencial la ilusión por llenar la deseada piscina de hojas. Llenadas ya todas las sacas se vuelve a la plaza del pueblo donde nos espera la piscina de hojas, este año creado con balas de paja, donde se termina de verter las hojas recolectadas. Se abre paso a los más pequeños al mar de hojas que buscan con afán los juguetes enterrados debajo, que desaparecen entre miles de hojas lanzadas al aire por ellos mismos.
Paralelamente al evento de la piscina de hojas, se organizan distintos talleres en los que las hojas del otoño y los frutos que nos da esta estación, son los verdaderos protagonistas en la creación de estructuras y elementos decorativos como guirnaldas navideñas, muñecos de hojas, cuadros y dibujos de toda índole, que organizan voluntarios ambientales con los participantes.
Tras la realización de La Fiesta, las hojas son recogidas y trasladadas a un espacio municipal donde se utilizarán para su aportación como material seco al compost formado por los restos de siegas y podas de parques y jardines. Este compost posteriormente es incorporado a distintos espacios verdes municipales, donde se incrementará el carbono orgánico de estos suelos, convirtiéndose finalmente en una forma más del secuestro de carbono a través de una fiesta popular.
En la primera edición, antes de ser compostadas, las hojas formaron parte de las estructuras con que se fabricaron las casetas del Mercado Navideño Municipal.
Los objetivos que se persiguen con esta iniciativa son varios, por un lado, la concienciación ciudadana para que consideren las hojas no como un residuo, sino que pertenecen a un ciclo natural donde su adecuado aprovechamiento mejora el medio ambiente (por ejemplo, el compost formado por hojas forma un suelo con mayor capacidad de retención de agua y aumenta la biodiversidad del suelo), por otro lado, el aprovechamiento sostenible y eficiente de este valioso recurso, de manera que los residuos vegetales provenientes de jardines y parques acaben formando, junto a otros restos biodegradables, un sustrato orgánico (compost) que mejore la estructura de los suelos y los convierta en verdaderos sumideros de carbono. De esto modo conseguimos no solo reducir la cantidad de materia orgánica susceptible de ser degradada, sino que también ahorramos espacio tanto en nuestros contenedores de recogida selectiva fracción resto como en los depósitos controlados de vertido. Así mismo, para evitar incrementar la huella de carbono del manejo de estos residuos, el compostaje ideal es el local, eliminando los trasportes que conlleva su gestión y evitando que supongan un problema si son mezclados con otros residuos orgánicos y luego son depositados en vertedero, ya que pueden contribuir a la formación de metano que es un gas con un importante efecto invernadero.
Finalizada la primera edición en 2019, se llevó a cabo un estudio sobre las hojas recogidas que consiguieron potencialmente, secuestrar y fijar en forma de humus, cerca de dos toneladas de carbono. (El humus tiene una capacidad de fijar el carbono de más de 400 años).
Por tanto, creemos que esta iniciativa es de gran relevancia, dado que se obtiene de un recurso abundante y gratuito, potencia la creatividad, su reciclaje aporta mejoras ambientales, su utilización local disminuye la huella de carbono, y todo ello, bajo un carácter lúdico y divertido. De igual manera, es una acción que puede ser replicada en cualquier municipio y de gran aportación si cuenta con repercusión mediática, lo que ayudará a su difusión.
Como muestra, se puede ver el reportaje de Telemadrid, en Madrid Directo: