Publicado por Navas de San Juan el Jueves, 10 Febrero 2022
En Navas de S. Juan, municipio dedicado al monocultivo del olivar, el Ayuntamiento lidera un proyecto piloto demostrativo para extender nuevas prácticas agrarias que reduzcan el impacto de la agricultura sobre el cambio climático.
LA AGRICULTURA EN NAVAS DE SAN JUAN SE ADAPTA Y MI

Navas de San Juan es un municipio agrícola centrado en el monocultivo del olivar. La práctica agrícola tradicional, generalizada en el último tercio del s. XX, está orientada a potenciar el uso de la más amplia gama de productos químicos de síntesis, de fertilización mineral, de control de plagas y enfermedades.

Este tipo de olivicultura contribuye activamente al cambio climático con la emisión de gases invernadero, pérdida de la fertilidad de los suelos, contaminación de aguas superficiales y subterráneas, continuo incremento en los consumos de fertilizantes y plaguicidas, degradación de espacios naturales etc.

Para difundir prácticas agrícolas más sostenibles, que permitan a la agricultura adaptarse y mitigar el cambio climático, el Ayuntamiento de Navas de San Juan está llevando a cabo un proyecto piloto demostrativo de olivicultura sostenible en 10 parcelas de olivar (56 has) localizadas en distintos puntos del término municipal.

En colaboración con la API (Agrupación de Producción Integrada) se ha procedido a la reparación de cárcavas y restauración de la cubierta vegetal natural, se han plantado cañas y leguminosas, se han creado 5 balsas de agua para sostener la flora y la fauna endémica, se ha minimizado el uso de herbicidas y se ha limitado la aplicación de plaguicidas. En dos años se ha conseguido restaurar el equilibrio entre depredadores con la reaparición de la crisopa y recuperar el suelo, donde vuelven a crecer plantas y flores silvestres desaparecidas durante décadas. Se ha multiplicado la población de aves, con perdides abejarucos, águilas y otras grandes rapaces. En torno a las balsas, los guardias forestales han observado huellas de animales que habían abandonado el olivar hace años. Los olivares vuelven a ser un bosque vivo.

Estas fincas se utilizan en actividades demostrativas con los agricultores locales para dar a conocer las ventajas medioambientales de este tipo de agricultura, pero también para demostrar su rentabilidad económica, con la reducción de gastos en insumos y el aumento de la producción, que ha pasado de 17.000 kg en 2018 a 140.000 kg en 2021.