2030 y 2050 son los dos principales plazos que se han puesto a la hora de fijar compromisos de cambio y objetivos de reducción. Infortunadamente, se acercan cada día más y con eso la necesidad de acelerar nuestra acción. Más que informes o compromisos, necesitamos concretar la acción e implementar. El último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático afirma que las ciudades son puntos calientes de los impactos climáticos, pero también una parte crucial de la solución. El informe señala las medidas clave que deben tomarse, muchas de las cuales requieren la actuación en las ciudades y de los responsables de la toma de decisiones urbanas a todos los niveles, en colaboración con el sector privado, la sociedad civil y otras partes interesadas urbanas. En este artículo identificamos cinco áreas críticas de acción para las ciudades.

  1. Integrar los objetivos climáticos en todas las decisiones urbanas clave

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El cambio climático es transversal. Se debe reflejar en nuestra manera de abordarlo. Por eso, necesitamos abordar una serie de sistemas urbanos, impulsando la colaboración no solo entre los distintos niveles de gobierno - desde el local, al comunitario y el nacional-, sino también entre sectores y fronteras institucionales. Los temas de transporte, explotación de los suelos o viviendas y edificios son impactados e impactan al cambio climático. Por eso, las decisiones tomadas deben incluir esta mirada. Las ciudades deben trabajar para integrar los objetivos climáticos en todos estos ámbitos, incluidas la estrategia y la planificación presupuestaria, al tiempo que conectan las acciones climáticas entre sectores. La iniciativa de las Naciones Unidas, Cities Race to Zero es una plataforma global que permite avanzar en esta dinámica. Hasta ahora ha conseguido que más de 1.100 ciudades se comprometan a alcanzar las emisiones netas cero para 2050. Pero, no tendrán éxito sin una mayor integración vertical y horizontal de los planes climáticos de las ciudades y el apoyo necesario para ellos a nivel nacional e internacional.

  1. Edificios eficientes y resistentes

AyuntamientosPorElClima Edificios eficientes y resistentes

La crisis energética ha dado lugar a una renovada atención a las políticas para frenar el aumento de los precios de la energía y para promover sistemas energéticos más sostenibles. El uso de la energía en las ciudades es un reto. Se habla sobre todo del alumbrado público y de las iniciativas para reducirlo como apagar las luces en ciertas horas de la noche, promover las tiendas que apagan las luces o limitar las publicidades que usan luz. Sin embargo, una transformación del sector de la construcción liderada por las ciudades es esencial para alcanzar los objetivos climáticos y también para proporcionar viviendas asequibles, infraestructuras resilientes, empleos verdes y espacios de vida y de trabajo saludables para todos. En cuanto a esto, Colombia ha elaborado una  "hoja de ruta" nacional de descarbonización de edificios. Colombia, que forma parte del Zero Carbon Building Accelerator, cuenta con un plan muy detallado que conecta las acciones políticas, financieras, tecnológicas y de desarrollo de capacidades con los objetivos a corto, medio y largo plazo, e identifica a los actores específicos responsables de su aplicación. Sin estas hojas de ruta y estrategias y planes de acción subnacionales alineados, compromisos como los objetivos de cero emisiones netas producen pocos cambios prácticos en las ciudades.

  1. Descarbonizar el transporte

AyuntamientosPorElClimaDescarbonizar el transporte

Los transportes representan una gran parte de la contaminación. La transición hacia vehículos de emisiones cero está avanzando, pero todavía se observan grandes diferencias según las ciudades. No se puede apostar por un cambio de matriz de movilidad si no existen las infraestructuras adecuadas. Las ciudades suelen ser más enfocadas sobre el transporte sostenible con un desarrollo de bicicletas y patinetes eléctricos, autobuses, metros y tranvías que utilizan energía verde y que permiten conectar todos los barrios.  La descarbonización del sector del transporte y, con ello, la transformación de la movilidad hacia sistemas más limpios y sostenibles, pasa por reducir el número de vehículos existentes y apostar por otros sistemas de movilidad, tanto en el corto como en el medio y largo plazo. Por ejemplo, a nivel urbano, por ejemplo, las  ciudades deben implementar medidas de transformación urbana para desincentivar el uso del vehículo privado y potenciar lo máximo posible  el transporte público y la movilidad activa. Por eso existen iniciativas como Cycling Cities. Es una cuestión que debe ser clave en la agenda. También no se puede olvidar las zonas rurales en estos planes de desarrollo que necesitan transportes en común verdes. Los territorios deben estar más conectados por transportes como el tren para evitar el uso del coche y del avión. Para cambiar de modelo estos medios de transporte deben ser accesibles a la población. El precio es un reto clave. A nivel comercial el transporte también debe ser más verde con un uso de la energía verde (lo que excluye los biocombustibles y el gas). Para cambiar de matriz, debemos reconsiderar la movilidad, aceptar que moverse toma tiempo, y que dar la vuelta al mundo no es necesariamente una necesidad para alcanzar.

  1. Reducir la brecha de servicios urbanos, con la vivienda en el centro

AyuntamientosPorELClima servicios urbanos

En las ciudades, la brecha de las desigualdades todavía es muy fuerte como lo ilustra el fenómeno de la gentrificación. Pero, no solamente hace referencia a esto, sino también al acceso a servicios urbanos básicos, como vivienda segura, agua, saneamiento, energía y transporte. Empoderar y comprometer a las propias comunidades más vulnerables es clave para fomentar una transición justa. No se puede olvidar que las ciudades deben ser accesibles a todos los usuarios sin diferencia de género, de nivel educativo, de sueldo o de barrio. Es clave elaborar planes de acción que tomen en cuenta todas las voces y que integre activamente los usuarios más invisibilizados. En esta idea, en la COP27 se presentó Roof Over Our Heads (ROOH), una nueva campaña que pretende mejorar para 2050 la vida de 2.000 millones de personas vulnerables al clima que viven en asentamientos informales. Trata de implantar un sistema de soluciones desde la base, empezando por los barrios más pobres y vulnerables.También explora una toma de decisiones que sitúe a los colectivos de mujeres en el centro de las soluciones, y donde el aprendizaje entre iguales entre ciudades, regiones, naciones y continentes sea posible sobre la base de la evidencia y el intercambio de soluciones.

  1. Construir resiliencia climática, con el agua y la naturaleza en el centro

AyuntamientosPorElClima resiliencia climática

Agua, biodiversidad y clima son retos que se acumulan y se autoalimentan en un círculo vicioso. Para actuar en contra del cambio climático no se puede pensar solo en reducir las emisiones, aunque es crucial. Adaptar las ciudades, fortalecer la resiliencia de las personas son necesidades que deben incluir ámbitos tal como los recursos de agua, la biodiversidad y la naturaleza. Para eso, las soluciones basadas en la naturaleza ofrecen una manera rentable de abordar los retos del agua y el calor, al tiempo que se cumplen los objetivos de mitigación del cambio climático. Por ejemplo, la restauración de los cursos de agua, la ampliación de los espacios verdes y la introducción de superficies porosas pueden reducir el riesgo de inundaciones. Vegetalizar las ciudades es una planificación urbana que no solamente mejora el bienestar de los usuarios, sino también que reduce la sensación de calor y protege a la biodiversidad. La iniciativa City Adapt apoya a las ciudades que quieren implementar esta estrategia.